Txt: Nicolas Eliceche – PH: Elvio Alcaraz

“¡Ahí viene Ramón! ¡La alegría de mi alma! Ahí viene Ramón…” Que lindo es ver a Kapanga en vivo. Que banda que nunca te clava en vivo y siempre, siempre disfrutas. Si tenés un día bajón y vas a ver Kapanga se te pasa todo automáticamente. No es novedad que tienen una alegría inherente, pero que sobre todo la saben transmitir.

El sábado, pasó Kapanga por Rosario y se presentó en el Willy Dixon. Si, si ya sabemos que ahora se llama “Sala de las Artes”, pero en palabras del Mono, para ellos siempre será el Willy Dixon. Comentario que arrancó varias sonrisas nostálgicas entre los presentes. 

La banda llegó en el marco de la gira por sus 25 años de “A 15 cm de la realidad”, su primer disco y me atrevo a decir que un disco ultra importante en la historia del rock nacional. Básicamente contiene éxitos como “Me mata”, “Ramón” y “El mono relojero”. No hace falta agregar palabras, creo.

Fue un recital de festejo en donde repasaron el álbum y disfrutaron con la gente presente. La noche estaba hermosa en la ciudad, invitaba a salir a tomar una birra y escuchar rock. Es re loco la vibra positiva que se siente en los show de Kapanga. Como dije más arriba, vos cuando vas a un show de ellos sabes que siempre van a salir al escenario con la mejor de las ondas, creo que si alguno de los integrantes tiene un mal día, el público ni se entera. Arriba del escenario parece que toda la mierda queda atrás y solo hay lugar para la alegría. El público kapanguero es consciente de esto, por eso la felicidad se siente en el aire. La felicidad y amistad, no me pregunten porque pero se siente una vibra de amistad super fuerte.

Si, tengo que decir, que al principio noté un poco estático al público, solo algunos saltaban y agitaban, extraño porque no esperaba eso. Pero por suerte esto fue solo el comienzo, porque rápidamente a medida que pasaban los primeros temas, el público encendió la mecha y no paro de agitar en toda la noche.

Fue un recital que a mi, quien escribe, se me hizo super corto. Pero no en el sentido que quería más canciones, sino qué pasó rapidísimo. No lo sentí pesado en ningún momento. El Mono es un excelente showman, y tiene mucho diálogo, tanto con el público como con Maikel. Obvio que también con Memo y Mafia. Pero con Maikel es con quien más interactúa. No importa. A lo que voy con esto es que es un show en donde se habla “mucho”, pero que no es pesado. No son para nada cansadores esos intervalos de “charla”. 

Con Kapanga te divertís y rockeas con su música, pero también te divertís y te reís con sus charlas.

Casi me olvido. El día jueves anterior al show, el concejo de Rosario distinguió como visitante ilustre a Kapanga. Mención que estaban muy felices de haber recibido, ya que han visitado muchas veces la ciudad. En chiste el Mono dijo que fue la distinción que le quitaron a L-Gante… 

Kapanga estuvo nuevamente en Rosario, rockeando el Willy Dixon. Y como siempre recomendamos, si nunca los vieron en vivo, vayan la próxima vez. Si tienen un mal día, vayan a escuchar a Kapanga en vivo.